¡Ojo con las espigas!
07-07-2021
Se clavan en la piel, entre las almohadillas de las patas, se introducen en la cuenca de los ojos, oídos e incluso nariz. La forma de la espiga permite su avance por el interior del cuerpo sin retroceso, pudiendo incluso introducirse en el torrente sanguíneo y alojarse en cualquier órgano vital, con nefastas consecuencias.
Posibles SÍNTOMAS:
- Sacude con fuerza la cabeza o se rasca la base de las orejas más de lo habitual. Puede llegar incluso a andar con la cabeza ladeada.
- Ojo rojo, con el párpado inflamado, o incluso con pus. Puede que pestañee más de lo habitual.
- En los cornetes nasales provoca estornudos o en ocasiones pequeñas hemorragias.
- Se lame las patas (o otra zona cualquiera) con insistencia.
- Cojea o no apoya del todo alguna de las almohadillas al caminar.
¿CÓMO ACTUAR?
La única manera de prevenirlo es estar atentos, evitar las zonas en las que hay espigas y hacer pequeñas exploraciones a nuestros peludos tras los paseos.
Si encuentras espigas en el oído, nariz o el ojo del perro, NO intentes extraerlos. Es mejor acudir al veterinario, que cuenta con los conocimientos y el material adecuado para hacerlo.