Adopción de Shay

Eloy, un chico concienciado con el abandono y maltrato animal, iba un día conduciendo por la carretera de La Romana cuando de repente una cosita pequeña y peluda color marrón se cruzó en su camino. No dudó ni un segundo en bajar para comprobar de qué animal se trataba y si se encontraba bien. Cuando lo vio no podía creerlo, ¡¡Un cachorro de perro!! y además tan bonito que daban ganas de comérselo a besos. Eloy lo sacó de aquella peligrosa carretera y contactó con nosotros para buscar un buen hogar para el perrito. El pobre estaba muy asustado e iba plagado de parásitos, pero tras una buena ducha desparasitante y una sesión intensiva de mimos, comenzó a jugar y a comportarse como un cachorro feliz y tranquilo :)